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Al ver una excavadora demoler las puertas del Instituto Ravencroft, Misty Knight y John Jameson comentan lo morboso que se siente, como ver un funeral. John lamenta haber sido esclavizado por Dark Carnage durante su último alboroto, Misty asegurándole que no tiene la culpa de las acciones que cometió bajo el control del simbionte de Carnage y que nada podría cambiar al buen hombre que es por dentro.
Mientras hablan, una limusina se detiene y el alcalde Wilson Fisk sale, Misty inmediatamente lo confronta sobre lo que supuestamente un antiguo señor del crimen como él querría con las ruinas de Ravencroft. Fisk replica con aire de suficiencia que como alcalde puede ir a donde quiera, y que, en contra de los rumores populares, tiene la intención de reconstruir Ravencroft, revelando que John ahora trabaja para él. Cuando Misty lo confronta incrédulo, John le dice que Fisk movió algunas cuerdas para recuperar su antiguo trabajo, Misty lamentando su credibilidad. Antes de que su discusión pueda continuar, un trabajador de la construcción atropella y le dice a Fisk que la tripulación encontró algo.
Narrado del Journal of Jonas Ravencroft, el fundador del Instituto Ravencroft; La tierra donde se construyó el Instituto Ravencroft había sido rechazada por los pueblos indígenas locales desde al menos la década de 1400, reclamada como el territorio de un culto caníbal que sacrificaba y comía a cualquiera que se encontraran. En 1524, el explorador italiano Giovanni da Verrazzano envió una partida de soldados al bosque para recoger suministros y más tarde encontró sus restos a medio comer dispuestos en espiral, regresando a España inmediatamente después. A medida que pasaron los siglos, los colonos holandeses e ingleses se mudaron al área y fueron advertidos por las tribus locales de Wappinger para mantenerse alejados de la tierra maldita, quienes ignoraron las advertencias que pagaban con sus vidas.
En 1664, Cortland Kasady y su amante, Molly Ravencroft, construyeron una granja en las afueras de la recientemente renombrada ciudad de Nueva York. Mientras Molly estaba recogiendo flores, se aventuró demasiado en el bosque y fue capturada. Desesperado por rescatarla, Cortland intentó reunir a una multitud y reprendió a sus colonos por su cobardía cuando nadie se ofreció voluntario. Al aventurarse solo en el bosque, Cortland encontró una cueva y fue emboscado por un hombre nativo con los dientes afilados en punta, que vestía ropa hecha de piel humana con un dragón rojo que adornaba su túnica y una espiral roja pintada en su frente. El cultista abrumó a Cortland, pero una roca lo golpeó en la cabeza antes de que pudiera hacer más que morderlo. Confundido, Cortland vio a Molly parada sobre él, y ella explicó que había logrado evadir la captura. Diciéndole que lo esperara, Cortland se aventuró más profundamente en la cueva y encontró los restos de innumerables víctimas que se remontan siglos atrás. En la pared de la cueva, Cortland encontró el arte de la pared tribal del culto adorando monstruos extraños y una imponente figura humanoide con un dragón adornando su pecho. De repente se encontró rodeado de cultistas, Cortland se preparó para luchar hasta la muerte.
Afuera de la cueva, Molly escuchó a Cortland gritar y se sorprendió al verlo salir de la cueva cubierto de sangre, sus pupilas reemplazadas por espirales rojas. Desconcertada por su extraño comportamiento, Molly regresó a la ciudad para advertirles, pero Cortland lo siguió y abruptamente comenzó a atacar a todos en su camino, matando a ocho personas, mientras cantaba "Dios viene". Incapacitado, Cortland fue encerrado en un pequeño cobertizo construido en la tierra maldita, que las notas de narración de Jonas podrían considerarse la primera iteración del Asilo Ravencroft. Incapaz de olvidar su amor por Cortland, a pesar de su degeneración en un maníaco sediento de sangre, Molly lo visitaba con frecuencia. Cuando no regresó de una de sus visitas, un grupo de búsqueda la encontró asesinada en la celda y Cortland escapó: "Dios viene" escrito en las paredes de su sangre. La narración de Jonas señala que no sabe qué fue de Cortland, pero que probablemente pasó el resto de sus días viviendo entre los Otros esperando que se desate a su dios oscuro.
En la actualidad, Misty Knight, John Jameson y Wilson Fisk se paran sobre el Journal of Jonas Ravencroft. Mientras el trabajador de la construcción se maravilla de cómo podría estar milagrosamente intacto después de años incalculables, Fisk lo recoge; Misty declara que no solo va a dejar que lo tome. Cuando John intenta convencerla, el diario es arrebatado de repente por el señor Fantástico, que se pone del lado de Misty al sospechar de los motivos de Fisk. Cuando Reed declara que tiene la intención de asegurarse de que el nuevo Ravencroft sea una instalación psiquiátrica adecuada en lugar de otra casa de locos, Fisk recupera el diario y se burla de él por involucrarse en asuntos que no le conciernen. Su argumento es interrumpido por otro trabajador de la construcción corriendo e informando al grupo que han hecho otro descubrimiento debajo de los escombros del ala sur: una escalera de caracol.
Mientras el grupo se pone a investigar, Misty le arrebata el diario a Fisk y Jameson se lamenta de que lo despedirán antes de que comience su nuevo trabajo. Al descender la escalera, encuentran una gran sala con múltiples pisos de celdas; Misty comenta que puede darse cuenta con solo mirar que cosas horribles se llevaron a cabo allí.
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