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Comienza en el complejo de detención de Manhattan con una conversación. Absorbing Man está a punto de ser enviado a una prisión diferente, mientras que su esposa, Titania, está a punto de salir en libertad condicional. Ella planea conseguir un trabajo en el mundo real, contratar a un abogado y obtener una mejor sentencia. Él insiste en que están por encima de esas cosas y que deberían volver a ser súper villanos, pero ella no está de acuerdo: cuando las cosas eran simples, los súper héroes los golpeaban todo el tiempo, y después de todo lo que ha sucedido recientemente, las cosas Ya no son simples. Ella le hace prometer que cuando esto esté hecho, deberían mudarse al medio de la nada y ser personas normales, Carl Creel y Mary MacPherran. Dudando, él está de acuerdo.
Al salir de la prisión, Shepul se acerca a MacPherran. She-Hulk está preocupada de que viole la ley, pero MacPherran es inflexible: no más villanía. Cuando She-Hulk la empuja, ella se rompe para dejarla sola. Su casa es un piso de basura sin cama, todos los empleadores a los que se acerca la conocen como una mujer que destruye edificios, y su impulso a la criminalidad es demasiado fácil para ser sometida rápidamente. Es difícil ser una buena persona cuando nadie piensa que eres bueno.
She-Hulk pregunta si quiere ayuda para buscar trabajo. MacPherran le devuelve la oferta a la cara ... pero al día siguiente, aceptó la oferta de She-Hulk, que la tiene trabajando como guardia de seguridad en una casa de empeño. El dueño habla mucho de ella en tercera persona, lo que enfurece a MacPherran, pero ella la mantiene tranquila ... hasta que un trío de ladrones enmascarados atacan la tienda con pistolas de rayos. Después de que le disparan, sin ningún efecto, ella los golpea. El jefe comienza a insistir en que ella es la líder como parte de una estafa, pero antes de que ella pueda corregirlo adecuadamente, Power Man y Iron Fist llegan a la escena y, asumiendo que ella es ella como una ladrona, comienzan a luchar contra ella. Ella tiene lo suyo, para sorpresa de ella y de los héroes, hasta que aparece el Hood. El criminal implica una alianza entre los dos, y luego la teletransporta lejos, para disgusto de los dos héroes.
Hood y MacPherran aparecen de repente en la guarida de Hood, donde ella le hace saber lo enojada que está. Él trata de reclutarla, diciendo que está comenzando una sociedad secreta de súper villanos y que quiere ofrecerle un lugar, pero ella lo interrumpe: está fuera del juego y quiere que la dejen libre. Hood se burla de ella, lo que implica que su supuesto camino será unirse a los Vengadores y vender a los otros villanos por una habitación cómoda y algo de relaciones públicas. Hood denuncia el plan de ella y Carl de "volverse civil", diciendo que él no cree que su esposo sea una buena persona. Mientras tanto, con sus crecientes poderes, algún día pronto se esforzará demasiado, y algún tonto superhéroe joven lo rechazará, matándola. Él le dice que este es un mundo donde las personas malas pueden ganar todo el tiempo, si son inteligentes, y que unirse a él es el movimiento inteligente.
MacPherran señala que ya intentó esto, y no funcionó entonces. Hood pasa por alto esto: su organización tiene un flujo de ingresos, suficiente para que la parte de MacPherran pueda conseguirle a su esposo un mejor abogado y mantenerlos a ambos seguros por el resto de sus vidas. Pero el verdadero poder proviene de la percepción de una retribución potencial, y si van a ser el ejército que él imagina, necesitan armas. Él quiere reclutarla para un trabajo: robar las armas mágicas de Asgard. Al no ver otras opciones, MacPherran acepta, y Hood, sonriendo, le da la bienvenida a los Illuminati completamente nuevos, antes de irse para ocuparse de un problema menor.
Termina en el complejo de detención de Manhattan con una conversación. Los tres hombres de la casa de empeño y refunfuñando acerca de cómo los cerebros súper villanos evitan el castigo todo el tiempo, mientras trabajan rígidos criminales como ellos hinchan las prisiones. Desde las sombras, su empleador los felicita por un buen día de trabajo. Le exigen que cumpla con su parte del trato al expulsarlos. Su empleador responde disparándolos ... y luego saliendo de las sombras, revelándose como el Capucha, diciendo que Titania nunca puede saber cómo se convirtió en su prisionera.
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