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Los Nuevos Jóvenes Vengadores han hecho un pacto con el diablo… ¡Y el diablo se llama Norman Osborn! La cuestión que se plantea es: ¿Querrán los integrantes del grupo original pertenecer al nuevo? ¿Y cuánta presión soportarán antes de que empiecen a lanzarse a sus respectivas yugulares? Aquí está el final de la miniserie, y muchas cosas malas están a punto de ocurrir.
Cuatro ladrones roban una tienda de conveniencia. Sin embargo, su escape está impedido por un grupo de adolescentes que se autodenominan Jóvenes Vengadores. Los delincuentes abren fuego solo para que Melter derrita sus balas o la hechicera las teletransporte mágicamente. Big Zero luego pisa a uno de los ladrones, el Ejecutor dispara brutalmente a otro, la Encantadora transforma al siguiente en un perro y Egghead establece al último en un coma de treinta años. Los Young Masters luego escapan de la policía para tomar una copa en un bar. Pero cuando los policías los siguen, la Encantadora los teletransporta de regreso a la Mansión Invisible en Central Park. Una vez que llegan, Melter reúne a su equipo para discutir lo que sucedió recientemente, pero a nadie le importa.
Al día siguiente, Melter intenta convencer al Escudo de Armas para que realmente actúe como un héroe; ella señala que es un tema controvertido. Melter luego contempla sus palabras. Justo entonces, una anciana tropieza y derrama sus víveres. Intenta ayudarla, pero ella presume que es un asaltante y lo rocía. Por accidente, usa sus poderes de fusión, convirtiendo a la anciana en un charco. Se vuelve aún más loco cuando dos hombres que pasan y no se dan cuenta. En estado de shock, se apresura a regresar a la mansión invisible. Pero cuando llega, el primer equipo de Young Avengers acaba de teletransportarse, listo para enfrentar a su equipo.
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