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Un joven Ben Grimm y su amigo Tommy están corriendo por el bosque para colarse en un parque de atracciones sin pagar. En el camino, Ben se queja de cómo recientemente tuvo que mudarse con su tío Jacob y su tía Petunia. Al abrir un agujero en la cerca, Ben y su amigo terminan justo en el centro del parque que estaba buscando: el espectáculo de monstruos. Ben ve una caja desatendida de palomitas de maíz y va a tomarla, pero su dueño, un niño albino deformado, la detiene y la derrama por todas partes. Furioso, Ben empuja al extraño niño hacia el costado de una rueda de carreta. Su madre, una adivina gitana, viene en ayuda de su hijo. Perturbada y enojada por la falta de empatía y diversión de Ben, la anciana gitana maldice a Ben y le dice que algún día conocerá las lágrimas de su hijo ...
El presente...
Ben Grim está recordando ese momento mientras se mira en el espejo. Sue lo saca de sus recuerdos y le dice que se apure y se vista para el evento en el que están programados para aparecer esta noche. Cuando Ben dice que no quiere ir porque la ciudad siempre lanza celebraciones cada vez que salvan a la ciudad, Sue lo castiga por hacer una aparición pública y se queja de que tanto Reed como Johnny también están arrastrando los talones. Ben vuelve a la forma humana y le pregunta por qué tiene que ir como la Cosa, Sue explica que la gente quiere verlo como la Cosa por el bien de la apariencia. Cuando Sue se va para hacer que los demás se muevan, Ben regresa a la Cosa y rasga su esmoquin debido a su tamaño. Pronto los Cuatro Fantásticos son parte de un desfile en su honor. Mientras la gente aplaude a los otros miembros del equipo, Ben se da cuenta de que la única atención que recibe es de los niños que están asustados por su apariencia. De repente, el desfile se ve interrumpido por un ataque de la Wrecking Crew. Mientras el equipo somete al grupo, Ben lucha contra el mismo Wrecker. Aunque el Camión de auxilio logra arrancar un trozo de la piel rocosa de Ben con su palanca, la Cosa lo noquea de un solo golpe.
De vuelta en el Edificio Baxter, Reed examina la lesión de Ben y le dice que tiene que permanecer en forma de Cosa como si volviera a la forma humana, sus heridas se volverán fatales. Cuando Reed comienza a expresar su curiosidad por cómo se ve debajo de la piel de Ben, Grimm pierde los estribos y sale corriendo.
Decidiendo que necesita un apoyo del grupo, la Cosa aplasta su comunicador y se sube a un tren que cree que lo llevará a Florida. Asusta a un par de vagabundos que andan en un vagón vacío y rápidamente se duerme. La Cosa se despierta horas después para encontrar que el tren se ha estancado y no tiene idea de dónde está. Al salir del auto, Ben resbala y cae en el barro. De repente, está rodeado por un rebaño de vacas y, cuando las dispara, se da cuenta de que el tren ha despegado sin él, con su equipaje todavía dentro. A tres millas de la ciudad de Clarkston, Michigan, Ben hace el largo viaje de regreso a la ciudad. En el camino, la Cosa se encuentra con un lago y se quita la ropa para darse un chapuzón y limpiar el barro de él. Mientras nada, algunos niños locales roban su ropa. Los persigue hasta la ciudad y descubre que todo el lugar está desierto. Roba un par de pantalones cortos de una estatua de la mascota de los neumáticos y sigue buscando gente.
Recogiendo el olor a palomitas de maíz, la Cosa sigue el olor y se siente atraído por un carnaval de circo completo con un espectáculo extraño propiedad de un vaca llamado Paul Balk. También para sorpresa de Ben, el niño albino con el que se cruzó hace tantos años también es parte de la colección de monstruos.
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