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Con el peligro terminado, Spider-Man explica que últimamente tiene muchos problemas. Felicia dice que él no es el único con problemas. Sin embargo, cuando comienza a quejarse de no poder reclamar la recompensa de Cardiac, Spider-Man asume que todo lo que le importa es el dinero y se aleja. Esto duele a Felicia, quien todavía está tratando de darle sentido a su vida después de que su relación terminó. De repente, se da cuenta de que hay alguien detrás de ella y se da la vuelta y agarra al hombre por el cuello. El hombre se presenta rápidamente como Paul Proust, un representante de Morelle Pharmaceuticals. Después de enterarse de sus problemas de dinero, él ha venido a ofrecerle un trabajo. Él le dice que el último invento de la compañía, algo llamado Quimera, fue robado por sus rivales Cobalt Chemicals Corporation. Él pide que Black cat lo retire por ellos. Cuando el Gato Negro le pregunta por qué debería confiar en él, Proust la convence quitando un rastreador de araña que Spider-Man le había plantado. Mientras tanto, en el ala del hospital de una prisión del norte del estado, los médicos intentan tratar a un hombre cuyos signos vitales están cayendo. Están molestos porque tienen que trabajar bajo guardia armada. Uno de los guardias les dice que es para su propia protección, y la de su paciente si la gente lo traiciona descubriera que lo retienen aquí. Cuando los médicos terminan de tratar a su paciente, lo dejan solo en la oscuridad. De repente, el hombre misterioso se despierta.
Al día siguiente, Felicia Hardy invita a Mary Jane a hablar sobre lo que debe hacer a continuación. Ella ha venido a
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